En aquel día soleado se presento mucho más de lo
que yo considero alegría. Cada suspiro era de enorme esperanza,
un latir, una corazonada de felicidad por mi futuro progresivo.
Cada molécula de mi cuerpo le grita a mi alma algo que
ella ya sabe, pero de lo que tiene miedo,
inestabilidad es aquella vana profecía a la que
corre todos los días.
Quien no arriesga no experimenta,
la felicidad esta a la vuelta de la esquina,
Corre, decídete.
que yo considero alegría. Cada suspiro era de enorme esperanza,
un latir, una corazonada de felicidad por mi futuro progresivo.
Cada molécula de mi cuerpo le grita a mi alma algo que
ella ya sabe, pero de lo que tiene miedo,
inestabilidad es aquella vana profecía a la que
corre todos los días.
Quien no arriesga no experimenta,
la felicidad esta a la vuelta de la esquina,
Corre, decídete.
- Andres F. Caicedo
Agosto 15/2013